Función del juego en la infancia
El juego es útil y
es necesario para el desarrollo del niño en la medida en que éste es el
protagonista.
La importancia de
la utilidad del juego puede llevar a los adultos a robar el protagonismo al niño,
a querer dirigir el juego. La intervención del adulto en los juegos infantiles
debe consistir en:
Facilitar las condiciones que permitan el juego.
No dirigir ni imponer el juego. El juego dirigido
no cumple con las características de juego, aunque el niño puede acabar haciéndolo
suyo.
El juego permite
al niño:
Que se mantenga diferenciado de las exigencias y
limitaciones de la realidad externa.
Explorar el mundo de los mayores sin estar ellos
presentes.
Interactuar con sus iguales.
Funcionar de forma autónoma.
El juego siempre
hace referencia implícita o explicita a las relaciones entre infancia, diversión
y educación.
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